En 1993, NSCA creó un navegador llamado MOSAIC que permitía incorporar imágenes a las páginas web y descargarlas mediante un protocolo http (Hiper Text Transfer Protocol). Así nacía la Internet que hoy conocemos. La gratuidad de formatos de imagen como el GIF o el desarrollo de otros como JPG hizo el resto.
En 1994, durante el primer año de mi formación doctoral, en el transcurso de mi estancia Erasmus en la Universidad de Bolonia pude ver por vez primera cómo funcionaba esa Internet visual que iba mucho más allá del sistema GOPHER que yo conocía. A mi regreso a la Universidad de Zaragoza, mi hermano Alejandro Rivero (que entonces estaba terminando su tesis doctoral en Física Teórica) había montado en su departamento una página web, posiblemente hoy la página viva más antigua de España.
Pensé entonces que la nueva herramienta ofrecía grandes posibilidades didácticas y de difusión cultural. Aproveché que el Atlas de Historia de Aragón de la Institución Fernando el Católico incluía el permiso para emplear sus mapas con finalidades docentes (sin ánimo de lucro y siempre que se citara autoría y procedencia) y decidí poner una selección de estos mapas en la página web de Física Teórica que coordinaba mi hermano. Digitalicé algunos mapas en un scanner en color del Departamento de Álgebra gracias a la amabilidad del profesor Manuel Vázquez, y abrí con ellos una sección experimental de Historia Antigua dentro de la página web de Física Teórica. Era 1994, y entonces las páginas web en español eran tan pocas que cuando se montaba una lo correcto era escribir un mail personalmente a Yang, un estudiante de ingeniería de Stanford que las catalogaba en su carpeta Yahoo y que tenía la amabilidad de responder personalmente para confirmar la recepción de la información. La primera cabecera de nuestra sección de Antigüedad fue un vistoso mosaico romano procedente de la villa romana de La Malena (Azuara, Zaragoza) para rendir homenaje al navegador MOSAIC, pero pronto nos convertimos al NETSCAPE 3.0 y se perdió el sentido del juego de palabras, así que cambiamos la cabecera por un dibujo de unas monedas romanas alusivas a la fundación de Caesar Augusta.
El crecimiento de Internet en las universidades españolas fue impresionante. En 1995 la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza abrió su servidor y Luis Julve, encargado del mismo, sugirió el traslado de las páginas de Historia Antigua a este nuevo servidor para enriquecer sus contenidos. Acepté la propuesta e informé a los profesores del área de Historia Antigua de la posibilidad de difundir por Internet los materiales que creyesen convenientes.
El catedrático Guillermo Fatás, entusiasta de las Nuevas Tecnologías, disponía de un conjunto de materiales didácticos de Historia Antigua perfectamente clasificado, parte de los cuales ya había sido objeto de publicación en papel. El Dr. Fatás facilitó todos sus materiales didácticos para ponerlos así al alcance del público en general y de sus alumnos en particular de manera gratuita, rápida y permanente. Su trabajo fue el germen de esta página y sus constantes aportaciones a lo largo de esta década constituyen la mayor parte de los materiales del site. A ellas se suman las de otros profesores del área, sobre todo desde 2005 a través del grupo de investigación Hiberus.
En verano de 2009, por iniciativa del profesor Guillermo Fatás (miembro del grupo de investigación Hiberus) la página web, previamente trasladada a una nueva url (www.unizar.es/hant), fue revisada y remodelada. La página pública no incluye herramientas web 2.0, reservadas para el uso del alumnado a través de las diferentes materias del área ubicadas en el Anillo Digital Docente de la Universidad de Zaragoza.
Durante todos estos años y hasta la actualidad he continuado y continúo ocupándome de la coordinación y mantenimiento de esta página, pero como colaboración desde el área de Didáctica de las Ciencias Sociales, entendiendo que esta disciplina puede ocuparse no sólo de cómo enseñar Ciencias Sociales (en este caso Historia Antigua) en niveles preuniversitarios, sino también en la enseñanza superior y en la difusión para el gran público; y por el afecto existente hacia los compañeros del área de Historia Antigua en general y al Dr. Fatás en particular.
Prof. Dra. Pilar Rivero