Historia Antigua - Universidad de Zaragoza - Prof. Dr. G. Fatás

SOBRE LOS PRIMEROS CRISTIANOS

Ritos

San Pablo menciona la adoración que debe prestarse el primer día de la semana y en el Apocalipsis se llama al domingo "Día del Señor", conmemoración semanal de la Resurrección que sustituía a la reunión judía sabática en la sinagoga.
El rito iniciático fue el bautismo, sustituto de la circuncisión, que exigía edad adulta y renuncia expresa al mal, antes de la inmersión en agua, seguida de una unción e imposición de manos. El iniciado (bautizado) podía tomar parte en la Eucaristía, reservada al pueblo de Dios, que podía consumir el cuerpo y la sangre del Cristo en forma de pan de trigo y vino de uva. Rastros de estas ceremonias se hallan en las obras de Justino (hacia el 150) y de Hipólito de Roma (220). La comisión de un pecado grave implicaba la exclusión (excomunión, segregación de la comunidad) de la Eucaristía, aunque no de sus ceremonias previas. Los grupos más rigoristas (montanistas, entre los que estuvo Tertuliano, novacianistas) negaban que la comunidad tuviese el poder de absolver tales transgresiones.
En el siglo III nació una forma pública de arrepentimiento y perdón, que sólo podía usarse una vez en la vida y que implicaba una fuerte ascesis, al final de la cual una nueva imposición de manos reintegraba al pecador. El procedimiento fue suavizándose continuamente.

Hasta el 313, el culto se desarrolló en lugares privados, sobre todo domicilios. La casa de Dura-Europos (en el Éufrates), bien excavada, era, además, una iglesia en el año 232. El templo clásico no es un lugar de reunión, sino la residencia solitaria del dios. Por eso, los cristianos adoptaron como templo no el clásico, sino la basílica laica romana, a la que se dotó luego de un final redondeado (ábside) que acogía el altar. La primera iconografía cristiana se inspira en modelos anteriores, en la tradición judía de héroes bíblicos y en figuras clásicas a las que se cambia el significado, como el moscóforo (portador de oveja), Isis amamantando o llorando a Osiris (mater dolorosa), etc., que no llaman la atención pero que se "cargan" de un significado especial para el cristiano, que las dota de nuevo simbolismo. Apenas sabemos nada de los cantos litúrgicos, aunque se conservan algunos textos anteriores a Constantino (uno de Clemente de Alejandría, que canta al Pastor de Juventud), pero solamente uno con música, del siglo III, en el Papiro de Oxirrinco nº 1786.

Los primeros cristianos: Primeras doctrinas.
Los primeros cristianos: índice.


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